Al igual como ya conocemos acerca de la microbiota intestinal, también existe la microbiota vaginal, también conocida como flora vaginal. Esta desempeña un papel esencial en la salud reproductiva y general de las mujeres. Compuesta principalmente por bacterias, especialmente del género Lactobacillus, esta comunidad microbiana establece una barrera defensiva que protege contra la invasión de patógenos y mantiene el equilibrio del pH vaginal. Veamos más detalles sobre su composición, funciones y la importancia de mantener su equilibrio.
Composición de la Microbiota Vaginal
La microbiota vaginal está dominada principalmente por bacterias del género Lactobacillus, que incluye especies como L. crispatus, L. gasseri, L. jensenii y L. iners. Estas bacterias mantienen el pH vaginal ácido, creando un ambiente hostil para otros microorganismos patógenos. Además de los lactobacilos, otros microorganismos como Streptococcus, Gardnerella, y Corynebacterium también forman parte de esta comunidad, aunque en menor medida.
Funciones de la Microbiota Vaginal
Producción de compuestos antimicrobianos: Algunos lactobacilos producen peróxido de hidrógeno y otros bioactivos que inhiben el crecimiento de patógenos.
Estabilización del pH: Los lactobacilos metabolizan el glucógeno, liberando ácido láctico que mantiene el pH vaginal aproximadamente en 4.0, un nivel que desfavorece el crecimiento de bacterias nocivas.
Formación de una biopelícula protectora: Esta biopelícula actúa como una barrera contra la colonización de nuevos patógenos, protegiendo las paredes vaginales.
Disbiosis Vaginal: Efectos de un Desequilibrio
Cuando hay un desequilibrio en la microbiota vaginal, conocido como disbiosis vaginal, puede llevar a condiciones como la vaginosis bacteriana o candidiasis. Los síntomas típicos incluyen:
- Inflamación y picor vaginal.
- Sensación de ardor al orinar.
- Secreciones anormales, que pueden ser grumosas y blancas.
- Posibles lesiones cutáneas en la zona afectada.
Estos síntomas se deben a un aumento de patógenos como Gardnerella vaginalis o Candida albicans, que aprovechan la reducción de lactobacilos para proliferar.
Mantenimiento de la Salud de la Microbiota Vaginal
Para mantener una microbiota vaginal saludable, se recomienda:
- Evitar el uso excesivo de productos de higiene íntima que alteren el pH vaginal.
- Limitar el uso de antibióticos, que pueden desequilibrar la flora bacteriana.
- Considerar el uso de probióticos específicos tras consultas médicas, especialmente después de tratamientos que puedan alterar la microbiota.
Es vital que cualquier mujer con síntomas de disbiosis vaginal consulte a un profesional médico para obtener un diagnóstico adecuado y tratamiento efectivo, asegurando así la salud y el bienestar de su sistema reproductivo. Mantener un equilibrio en la microbiota vaginal es crucial para prevenir infecciones y promover una salud reproductiva óptima.
Fuentes:
elseviers.es
vivolabs.es